30.6.10

Deportes

Acaso la felicidad sea compartir con un grupo de amigos y amigas el azar del deporte, dejarse llevar por la alegría desbordada cuando gana tu equipo y el mundo nos parece un poco mejor por azaña tan incruenta, porque en el fondo es compartir la alegría de estar juntos en un momento que recojerán los anales deportivos, en una noche que guardará mi memoria en sus recuerdos.

27.6.10

Cena

Puede que la felicidad sea asistir al nacimiento de emociones que serán recuerdos en la mente de unos cuantos adolescentes, descubrir en su inquietud la vida que se impone por encima de todo, compartir una cena, charlar tranquilamente, pasear, ver en la alegría de la luna reflejada sobre las aguas tranquilas, el reflejo y la calma de mi propia alegría.

25.6.10

Carpe diem

Acaso la felicidad sea disfrutar de unos días intensos, de emoción en emoción, alejados de toda estrategia, sin premeditaciones, dejándose llevar por la música que suena en mi corazón y que me eleva por los aires, viviendo cada instante como si fuera el último pero con la íntima certeza de que habrá más, que aún me queda mucha vida por delante.

23.6.10

Fiesta

Puede que la felicidad sea ver divertirse a la gente de forma sencilla, sin grandes aspavientos, con pocas cosas: algo que beber, música y una noche tranquila. Pero lo más importante, es no hacerlo solo, sino en compañía. Y entonces, sentir que la alegría de todo el mundo es también tu alegría, aunque parezca que no hayas participado, ellos desconocen qué íntimo gozo anida en tu pecho por esta noche de fiesta compartida.

22.6.10

Primavera eterna

Acaso la felicidad sea saber que aunque la primavera terminó y comienza el verano con su carga de calor y distancias, en mi corazón sigue siendo Primavera, que sus raíces son fuertes y perennes y seguirá dando flores en la quietud de la sombra de mi jardín, flores más hermosas que al final del verano darán como fruto nuevas emociones.

18.6.10

Presente y futuro

Puede que la felicidad sea el intercambio de palabras o miradas sin que el futuro cuente porque en el instante que se vive se encierra lo real, aquello que nos llena de dicha y alegría, el porvenir no está escrito y ya vendrá, no debe estropear lo que uno vive aquí y ahora, lo único importante.

16.6.10

Miradas

Acaso la felicidad sea dormir el tiempo necesario y que al despertar se cumplan tus sueños, que el tiempo se detenga y el deseo te levante en volandas, te eleve por el aire como una hoja sin dueño y que la felicidad del vuelo invada tu cuerpo por cada uno de los poros de tu piel, que se refleje en el brillo indeleble de tus ojos porque el mundo será distinto, más parecido a lo soñado, con la rotundidad de una nube de algodón y la ternura que llevarás pintada para siempre, desde entonces, en la mirada.

15.6.10

Contabilidad

Puede que la felicidad sea cuestión de darte cuenta cuando tienes una oportunidad para ser feliz cerca y aprovecharla, no dejarla pasar, abrazarla, cuidarla, mimarla para que se no se vaya de tu lado, porque esos instantes (que otra cosa son frente a la vida del universo) serán los que puedas situar en el haber de tu existencia. Y recuerda que siempre has sido un mal contable de tu vida, que hasta que llegó la primavera estaba en números rojos.

14.6.10

Ceguera

Acaso la felicidad sea esta ceguera mía en la que no soy capaz de leer las señales de humo que anuncian el fuego hasta que no he llegado junto a él y me quemo, ¡hermosa quemadura que desde entonces anuncia el fuego que llevo dentro!

Trapecista

Puede que la felicidad sea volver a ver la risa a mi alrededor, que la mañana se vista de turquesa y aprenda a comprender las señales de la felicidad que me llegan y que en mi torpeza no había sabido identificar. Una prueba más de la inocencia adolescente en la que vivo. Si la nada de la muerte es eterna prefiero dejar para ella la maldad y vivir ahora como vivo, en este sinvivir que me hunde o me eleva a lo más alto según los días, a merced de mi corazón, sin precauciones, como el trapecista sin red que en cada actuación se juega la vida pero que a pesar de alguna caída, no deja de subirse hasta el trapecio porque desde él, la vista es más hermosa y la palabra vida adquiere el derecho a llamarse de ese modo.

12.6.10

Saber leer

Acaso la felicidad sea leer entre líneas, donde el verbo evitar levanta un muro de tristeza, entender que es una invitación a manifestar tus sentimientos y abrazar la felicidad. Y todo lo malo que te pasa es porque no aprendiste bien a leer de pequeño.

10.6.10

Ciudad

Puede que la felicidad sea pasear la ciudad y recuperar con el paso tranquilo los rincones que viví y me hicieron ser como soy, la ciudad que amé y canté y en cierto modo se había vuelto extraña, que casi había perdido y que recuperé en esa mañana soleada donde volví, sortilegio de la primavera, hasta ti, con tus plazas alegres, tus calles turquesas y el malva en las aceras.

6.6.10

Cien

Acaso la felicidad sea haber llegado hasta aquí, un número tan redondo. Cien entradas que son como cien botellas con mensaje que he soltado al infinito mar para que encuentren unos ojos que los lean, cien dardos que he lanzado al alma de aquellos que quieran leerme, cien momentos que guardan cada uno un instante de felicidad o de búsqueda de su esquina, cien refugios contra la melancolía y la tristeza, cien pequeños textos para que los descifren aquellos que los lean con el corazón y no con su cerebro, cien instantes que como diminutos pasos de gaviota van señalando sobre el mapa de mi existencia mi deseo y mi ansia de vivir la vida plenamente y aunque lo escrito lo borre una ola de tiempo como el mar borra aquello que trazamos sobre la arena de la playa, si alguna vez, querido lector o querida lectora, tu mirada se detuvo un momento sobre las palabras porque una emoción embargó tu ánimo, y tu imaginación voló un poco más alto que cotidianamente y tuviste nuevos sueños y un poco más de alegría, me sentiré contento porque le habrás dado sentido a lo que escribo.

5.6.10

Instantes infinitos

Puede que la felicidad sea este calor que hay dentro de mí y que no tiene nada que ver con el tórrido sol veraniego sino con las sensaciones agradables que me trajo esta primavera, un placer interior que se va haciendo poco a poco, sin prisas ni agobios, muy despacio, sin brusquedades, con delicadeza, en pequeñas cantidades, instantes y momentos en los que me siento así de bien como para desear que nunca se acabasen. Aunque en su brevedad son como las notas que componen una bella melodía, las breves pinceladas que dan forma a un bello cuadro o las palabras que conforman el poema. Con su finitud han vuelto infinita mi alegría.

4.6.10

Sin límite

Acaso la felicidad sea que las sensaciones se agolpen hasta embotarnos los sentidos del cuerpo pero dejándonos cada vez el alma más luminosa, bañada por esa luz especial que da temblar por dentro de tantas emociones como sentimos y ver como nos desbordan las costuras del alma y salen por nuestros ojos, cada día más verdes; e invaden nuestro rostros, cada día más risueños, como si el sol les estuviera haciendo cosquillas con sus rayos.

Cataclismo interior

Puede que la felicidad sea alargar los instantes, aspirar cada minuto como si fuera el más crucial de nuestra vida, como si en el siguiente segundo fuera a producirse un cataclismo que nos dejara indefensos, sin pudores, capaces de decir lo que pensamos pero cuando la emoción es más intensa, nos tranquiliza saber que las aguas vuelven a su cauce, que el reloj marca las horas y no hay huracán ni tormenta a la vista, porque seguirá oculta en nuestro pecho hasta que queramos.

3.6.10

Alma desbordada

Acaso la felicidad sea sentirme como me siento hoy, con el alma desbordada de tantas emociones y plena de sentimientos que el paso de los días y los meses han ido aposentando en ella, lleno de luz, capaz de cualquier cosa, con la fuerza de la alegría toda que inunda mi corazón y mis pulmones, ¡quién pudiera sentirse así el resto de los años!

Prudencia y libertad

Puede que la felicidad sea mantener la calma, ser prudente en la vida porque se tiene la certeza de que los demás te entienden y respetan tu prudencia, que es compartida, pero al mismo tiempo saber que los silencios y los sueños también cuentan, que a veces hablan más que las palabras, que en ellos no hay leyes ni temores, que en ellos la libertad es absoluta.

Probabilidad

Acaso la felicidad sea tentar la suerte, salir a correr por los lugares cercanos sin rumbo fijo, jugar al juego del azar con el espacio y el tiempo y que te traiga como premio un encuentro inesperado y fortuito, como cuando la Maga y Horacio se encontraban por las calles de París.

2.6.10

Sueños

Puede que la felicidad sea soñar, dormido o despierto, pero soñar, vivir también en los sueños, lo que no deja de ser una manera de vivir, aunque luego, por pudor, no podamos contar los sueños y se queden en esa parte de nuestra cabeza donde guardamos nuestros secretos más íntimos.

1.6.10

Escribir

Acaso la felicidad sea escribir, escribir, escribir, volcar sobre el papel en blanco todos los pensamientos que bullen en mi cabeza, el pulso acelerado que late en mis venas, aquello que me hace temblar por dentro y por fuera; ahora que escribo todos los días, cada línea es como un grano diminuto de felicidad que pongo en las arenas del reloj del tiempo que habitamos.

Ciudad y libros

Puede que la felicidad sea navegar entre un mar de libros una mañana de mayo, perderse entre sus títulos e imaginar las historias que guardan. Después pasear la ciuad sin rumbo fijo, mirando a la gente que va de un lado a otro y los edificios bañados por la luz temprana y ociosa. Sentarse luego en un bar y tomar un café (sin café), conversar (aunque sea a solas y con el pensamiento) y volver a casa alegre por el malva de las jacarandas, símbolo de la primavera que ha florecido también en mi corazón.