10.6.10

Ciudad

Puede que la felicidad sea pasear la ciudad y recuperar con el paso tranquilo los rincones que viví y me hicieron ser como soy, la ciudad que amé y canté y en cierto modo se había vuelto extraña, que casi había perdido y que recuperé en esa mañana soleada donde volví, sortilegio de la primavera, hasta ti, con tus plazas alegres, tus calles turquesas y el malva en las aceras.