2.4.10

Inquietud

Puede que la felicidad sea este vivir inquieto, sentirte alegre aunque lo que escribes sea algo triste, viajar con este pesimismo esperanzado, con el sentimiento íntimo de que todo puede cambiar porque cuando menos te lo esperes, en la esquina de la felicidad, ésta te atrape, durante unos días al menos, y ya nada vuelva a ser como antes, tus ojos se vuelvan más claros, del color verde de los deseos a punto de cumplirse, de un tiempo futuro más pleno y auténtico. Cubierto por este manto de inquietud me siento fuerte para afrontar los años venideros, protegido de las inclemencias de la soledad del camino, de los vientos que quieran torcer mi rumbo hasta tu esquina, vivo, como si hubiese despertado de un largo letargo de años y cansancio.