29.5.10

Jardinero

Acaso la felicidad sea saborear cada día de vida despacio, como hacemos con un buen vino, mirar hacia atrás y sentirse contento por todo lo vivido pero aún alegrarse más por todo lo que nos espera, infinitos días y noches de vigilia donde soñar despierto y cuidar del jardín que vas construyendo con tus manos, mágico espacio que da razón a tu existencia y donde es posible el encuentro sincero entre las almas.