27.5.10

Mano

Puede que la felicidad sea ir acariciando el viento con la mano, dejarla mecerse, sentir la libertad del aire que pasa entre los dedos como si en ese instante fuéramos también nosotros libres, olvidados del peso que nos ata a la tierra y de sus leyes, sentirnos alegres por la dicha de estar vivos y poder, con un gesto tan sencillo, elevarnos a ese otro mundo en las alturas donde vive una parte de nosotros, eternamente del aire traspasados.