26.5.10

Suerte

Puede que la felicidad sea tener la suerte de cruzarse en la vida con uno de esos seres de luz que van alumbrando los caminos, seres que dan un vuelco a tu existencia, que marcan un antes y un después, seres que te cambian haciéndote un poco mejores porque para acercarse a ellos hay que elevarse sobre el cielo, olvidarse de la tierra, navegar entre nubes, soñar despierto. Si además los dioses te son propicios y no sólo te cruzas con uno de estos seres sino que compartes durante un tiempo el camino y conversas con ellos, entonces verás colmados muchos de tus deseos y anhelos y aunque pase el tiempo, la primavera se instalará a tu alrededor de forma permanente. Para reconocerlos tienes que fijarte bien en el brillo de sus miradas, en la risa sincera y el asombro con el que viven los días y en el temblor turquesa de sus almas. He de decir que yo tuve esa suerte y en mi pecho anida desde entonces la alegría.