8.5.10

Corona circular

Acaso la felicidad sea ir construyendo con palabras dos circunfencias perfectas que delimiten el mundo, un espacio donde la poesía fuera la forma habitual de expresarnos y sólo lo hermoso tuviera cabida, donde el dolor apenas existiera y la risa se escuchara a menudo, donde pudiéramos dar lo mejor de nosotros mismos sin temores ni dudas, donde uno pudiera sentirse más libre que en ningún otro sitio, como una playa circular que condensara lo mejor de la vida, y que ese espacio, al que algunos llaman paraíso, no fuera mágico ni irreal, sino el mundo real que vivimos cada día, porque llegaras de visita alguna vez o por azar nos encontráramos.