15.4.10

Navegación

Puede que la felicidad sea que alguien te preste su mirada, durante un tiempo al menos, y volver con ella a descubrir el color secreto de las cosas, los hilos invisibles que nos unen a los seres que nos importan, recuperar todo aquello que una vez fue tuyo y quedó sepultado por los años y naufragios, sentir que el aire ha tensado las jarcias de tu mente y navegas de nuevo gracias a esos ojos que alguien, generosamente, te ha dejado para que mires y que aunque se los devuelvas, algo de su mirar ya quedará en ti, para otear el horizonte y anunciar la tierra prometida: la esquina de la felicidad que andas buscando.