25.4.10

Frente al mar

Puede que la felicidad sea cambiar la mirada: de un vivir de espaldas al mundo y a todos a un vivir de frente, sintiendo la brisa que acaricia tu cara y te hace más ligero, porque alguien tuvo a bien soltarte del lastre que te retenía en un mundo cuajado de nostalgias y ausencias y te elevaste por el aire como un globo, y no sabía esa persona, ni tú tampoco, que con ese pequeño gesto te anudaba a su hilo, pero con un lazo invisible y más fuerte, bañado de optimismo.