20.4.10

Visitas

Puede que la felicidad sea levantar un muro azul turquesa contra la melancolía, no dejarse intimidar por la congoja si viene a visitarnos, dejar de lado las tristezas inútiles y mirar al horizonte aunque las lágrimas nos enturbien la vista, porque con ellas adquieren sentido el resto de las tardes repletas de alegría.