15.5.10

Sin retorno

Acaso la felicidad sea quemar las naves, consciente como eres que no hay vuelta atrás, que ya la sangre te empuja hacia adelante con su ímpetu, que la savia de todas las flores de tu jardín te han llevado en volandas hasta esta primavera que ha llegado a tu vida y que no puedes, ni quieres, renunciar a ella, porque sería entonces como desangrarse, como si encontrases la esquina que andas tanto tiempo buscando y pasaras de largo, le dieras la espalda a aquello que más deseas.