28.8.10

Invitaciones

Acaso la felicidad sea seguir flotando en este aire que trajiste, enredarme en el cuidado de mi jardín, regar las flores para que estén hermosas y no preocuparme por el futuro. La esquina de la felicidad a la que me invitaste es tan parte de mí que no la perderé nunca. Y quién sabe, tal vez tú estés en otra esquina y de nuevo me invites a acercarme.